Cada vez veo y escucho más el término “Storytelling”, la costumbre de utilizar términos en inglés en muchas áreas del conocimiento humano es inevitable, y es aún más arraigada en el ecosistema de la mercadotecnia, y no se diga en el entorno de mercadotecnia digital. Se trata de la narración de historias, ¿Es algo nuevo para la mercadotecnia? No, para nada, los publicistas siempre que se ha podido han utilizado este recurso, y por supuesto es un elemento que enriquece la comunicación con fines comerciales.
Y como todo en mercadotecnia, funciona aquello que es propio o inherente a la naturaleza humana, y contar historias para explicar algo ayuda en el proceso de aprendizaje y de la percepción de las personas; sirve para que el concepto deseado se quede en la mente de los receptores a quienes se dirige el mensaje, lo cual como una forma de comunicación ha estado ahí siempre. Los conferencistas acerca de cualquier tema y los predicadores de cualquier religión, recurren a este recurso con lo que además hacen más amenas las conferencias, logran que se entienda mejor el mensaje, y lo mejor que se recuerde sin recurrir a la repetición. Un excelente ejemplo lo encontramos en la predicación durante la vida pública de Jesús de Nazaret, quien recurre siempre al storytelling, sus historias se le conocen como parábolas, una de las más bellas, ilustrativa, y que fácilmente logra transmitir el mensaje es la parábola del hijo pródigo.
¿Qué es entonces Storytelling?
En primer lugar hay que destacar qué Storytelling se debe considerar un arte, porque aunque podamos seguir ciertas instrucciones para narrar historias, siempre se va a requerir un toque original, creativo, que depende de distintas variables, por lo que no puede hacerse siguiendo una especie de receta de cocina. Es Storytelling por lo tanto, el arte de contar una historia, utilizando el lenguaje sensorial, básicamente es el que hace que la audiencia o receptores, involucren en el proceso de comunicación más de uno de los órganos de los sentidos. Presentado las ideas de tal forma que da a la audiencia la posibilidad de interiorizar, de entender más fácilmente y lo mejor, crear un significado personal del mensaje transmitido. Implica conectarse emocionalmente a través de una historia, llegar al corazón y a la cabeza, al cuerpo y al espíritu, invocando lo racional y lo instintivo.
Diferentes formas de contar historias
Además de que storytelling o narración de historias es un arte, tradicionalmente sabemos que las historias para lograr el cometido comunicacional, pueden ser de ficción, o sea historias no reales, algo que en realidad no ha ocurrido (Las parabolas de Jesus de Nazaret son de este tipo). También se puede narrar historias reales, por ejemplo la de nuestra empresa y sus marcas, siempre habrá algo aleccionador, que llegue al corazón. Otra forma de narrar historias reales o factibles son las del consumo del producto en cuestión, ejemplo la narración de casos de éxito al utilizar el bien o servicio que vendemos; otro ejemplo es la narración de situaciones factibles donde se consume el producto, haciéndolo de forma tal que se apetezca consumirlo, ya sea porque como audiencia nos proyectamos o nos simpatiza el personaje central de la historia.
Una buena historia bien narrada, crea emociones positivas que motiva a los cliente a tomar una decisión que conlleva una acción. Una buena historia puede ser el narrar la historia de nuestra marca, lo cual incluye hablar de nuestros valores, virtudes, y nuestra solidaridad con la humanidad, como lo que es unamarca, un miembro más de la comunidad.
El storytelling es una excelente forma de vincular a las marcas con hechos reales donde la empresa se involucra apoyando a las personas o con acciones sustentables.
¿El Storytelling ayuda a vender?
Los clientes compran un producto por lo que es en sí mismo, obviamente porque lo necesitan, pero sabemos que de no crearles la predilección por nuestro satisfactor específico, o sea el deseo, el producto que vendemos no será comprado. ¿Cómo crear ese deseo o predilección? Cada vez hay más opciones para satisfacer las mismas necesidades, por lo cual se vuelve más difícil lograr ser la mejor opción, porque al final de cuentas los que vendemos el mismo producto, con distintas marcas, somos competencia en la medid de ser una opción viable para los clientes, lo que significa ser competitivos. La marca que no sea competitiva no es competencia. Por otro lado los clientes en realidad compran marcas, con la expectativa de haber elegido al mejor producto. Entonces de lo que se trata es crear el deseo, más que por el producto, por nuestra marca, y para eso debemos recurrir a todas las tácticas inteligentes a nuestro alcance. Y lo más inteligente es hacer todo aquello que despierte emociones, y storytelling o narrar historias puede ser, si lo hacemos bien, una excelente táctica para despertar emociones, lograr recordación e impulsar o fortalecer el posicionamiento de una marca, todo ello al alcanzar relevancia entre los clientes. Con esto último, por supuesto que se generan las ventas deseadas.
El reto es trabajar continuamente para lograr conectar con los clientes, con autenticidad, de seres humanos a seres humanos, pudiendo narrar incluso nuestros sueños, anhelos, preocupaciones, y como miembros responsables de nuestra sociedad.
Es fundamental entender que a través de medios digitales es perfectamente posible narrar historias, incluso lograr que la audiencia acepte a la marca asociandola a valores humanitarios
Por último tengamos en cuenta que las personas pueden olvidar lo que dijimos y/o hicimos, pero nunca olvidaran aquello que les hicimos sentir.